Pajarito Araña.

Twitter sigue haciendo furor en el mundo. El azuloso pajarillo teje cada vez más rápido una muy tupida red de conexiones anteriormente inverosímiles. Bien podría llamarse el pajarito araña; su red social es una de las más amplias, adictivas e influyentes del planeta, seguidores y seguidos están “atrapados” en sus finos hilos. A la par de facebook, trazan una nueva frontera en la modelación de la opinión pública y son los juguetes en boga del sistema internacional de construcción de “realidad”.

Aunque podría parecer obvio entender lo que está sucediendo allí, para el común de nosotros todavía las redes sociales no trascienden más allá del esparcimiento la conexión casual. Sin embargo, los estudiosos están conscientes de la influencia que se adquiere sobre las personas en las redes sociales y bajo su asesoría la política ha saltado a ellas con la firme intención de quedarse con una porción de esa capacidad de llegue e influencia que ostentan actualmente el Twitter y el facebook orgullosamente.

No por casualidad el presidente Chávez abrió campo para la batalla de la política 2.0; no por casualidad, mucho más “formales” (de formol) Obama, la Casa Blanca, el Dalai Lama y el presidente ruso entre muchos otros personajes de abolengo político e infinidad de medios de comunicación han hecho su debut como twitteros.

El control de las matrices de opinión es el objetivo y la opinión pública a favor el premio.

En el caso venezolano la irrupción de @chavezcandanga sirvió para dejar en claro que las redes no son asépticos espacios libres de ideología y que la batalla debe darse en todos los espacios sin desestimar ninguno, sobre todo en aquellos que, como las redes sociales, son caldo de cultivo para las matrices de opinión más virulentas. Los revolucionarios debemos seguir el ejemplo del presidente Chávez y abordar sin temor ni complejos las redes sociales.

Abrirnos un Twitter, o un facebook y llevar el compromiso con la Independencia de los pueblos de América, la Revolución y la Construcción de Socialismo hasta allá. ¡Y no lo dejes para mañana. Lo puedes hacer hoy!